Distancia desde Madrid: 497 Km.
Fecha de la excursión: Octubre de 2008.
Dificultad: Depende de la ruta elegida, de muy baja a alta.
Recomendaciones: Calzado de monte. Agua. Comida
Este paraje del Pirineo navarro ha sido objetivo nuestro desde hace muchos años aunque, a decir verdad, la distancia que nos separaba, nos ha ido retrasando la visita hasta ahora. Pero podemos aseguraros que el viaje ha merecido, y mucho, la pena.
La población más importante cercana a Irati es Orbaitzeta. A pocos kilómetros de la salida del pueblo la carretera se bifurca ofreciendo -obviamente-, dos alternativas: a la derecha, la Selva, y a la izquierda, la antigua fábrica de armas. Y, dado que nos lo habían recomendado, optamos por la segunda.
Construída el año 1784 a la orilla del río Legarza, en el lugar que ocupaba una ferrería que estuvo en funcionamiento desde el s. XV, su emplazamiento se debió a la proximidad de yacimientos de hierro, plata y plomo, así como la abundancia de leña con la que alimentar los cuatro hornos que llegó a tener.
En ella se fabricaron bombas de hierro colado, granadas y munición de distinto calibre. Llegó a tener una plantilla, a mediados del siglo XIX, de cuarenta operarios y un número indeterminado de peones de minas. Sus "fuerzas vivas" eran el director, un médico, un capellán y dos maestros de escuela, estos últimos encargados de los cuerpos, las almas y la educación de los propios trabajadores y de sus familias, que se albergaban en unas casas anejas.
Y ahora teníamos otras dos opciones: o seguir subiendo por la carretera para ver los monumentos megalíticos que hay un poco más cerca de la cumbre, en Azpegi, y visitar la cueva de Arpea, o bajar ya a Irati. Y como también nos recomendaron la primera, pues eso hicimos, aunque los resultados no fueron tan buenos como hubiéramos querido. No podemos culpar de ello a nadie, tan sólo a nosotros que, en esta ocasión, no fuimos lo suficientemente previsores.
Al final de esta carretera, existe otra bifurcación en forma de "T" con una pequeña pradera donde poder dejar el coche. Nada más bajar de él te encuentras con lo que parece ser una tumba...
Bueno, pues volviendo a la bifurcación que comentábamos antes, mirándola de frente, a la derecha, se llega a la cueva de Artea. Aquí tuvimos un acierto y un error más. El acierto fue dejar el coche y echar a andar, ya que una señal indica que está a tan sólo 3 Km. y nos apetecía pasear. Y acertamos echándonos a andar porque la pista, que está asfaltada, y al principio mide unos cuatro metros de ancho, termina teniendo tres metros escasos, está en muy mal estado en algunos tramos, no hay quitamiedos durante todo el recorrido -habiendo unos terraplenes considerables por la parte de fuera-, y tiene unas pendientes muy pronunciadas, por lo que, de habernos cruzado con otro coche, lo hubiéramos pasado bastante mal.
Volviendo a la primera bifurcación hay que desviarse a la izquierda. Al poco de entrar existe un albergue -muy limpio- con una pequeña barra de bar en la que poder avituallarnos con unos buenos bocatas, bebidas e incluso fruta. También tiene un restaurante en el que tuvimos el placer de degustar unas ricas alubias rojas y unas excelentes truchas.
Bueno, pues ahora toca recorrer 6 Km. de pista asfaltada, muy cómoda y con un ancho de 4 m., suficiente para que quepan dos coches sin apuros -a no ser que te encuentres al cenutrio que nos encontramos nosotros-. Y ya desde el principio... el paraíso. La arboleda se abre ante tus ojos, los colores verdes, naranjas, pardos, ocres, rojizos, inundan la vista y no sabes donde posarla... Este vídeo es muestra palmaria de lo que allí encontramos.
Al final de la pista, y para no perder la costumbre, hay otra bifurcación. Ambos tramos van a parar a sendos aparcamientos, muy cercanos el uno del otro. El de abajo te deja muy cerca del embalse y la presa de Irabia; el de arriba es el comienzo de varias rutas.
Aconsejados de nuevo, en este caso por la señora de la caseta de información, bajamos hasta la presa, y aquí ya... bueno, la verdad es que no dimos -ni damos- con las palabras acertadas para describir el entorno.
Pero antes de empezar a caminar por ese vergel, no tuve más remedio que fijarme en la presa, en sus mecanismos y en la central eléctrica asociada a ella -lo siento, las presas son obras de ingeniería civil que me atraen no sé por qué-.
Construida en el año 1922 para producir electricidad, transportar madera y regular el caudal del río Irati, su embalse ha sido ampliado en varias ocasiones.
En él se recogen las aguas de los ríos Egurgio, Contrasario y del propio Irati. Tiene una capacidad de 14 hectómetros cúbicos.
Por cierto, si no os gusta compartir vuestro bocadillo con las hormigas, no habréis de preocuparos, porque hay una señal en la entrada que las prohíbe el paso.
14 comentario(s):
Me ha encantado el post y la recomendación final.
Habrá que ir algún día.
¡Hola, Eulogio!
Me alegra saber que te ha gustado, te recomiendo la visita.
En cuanto a la recomendación final, siempre la hacemos en todas las entradas de nuestras excursiones por el campo, lamentablemente, aún hay personas que creen que bolsas, papeles y demás, son "biodegradables".
Espero poder pasarme mañana por tu blog, que lo tengo muy "abandonao".
¡Un fuerte abrazo!
Joé que envidia de viaje. Y eso que yo no soy muy de campo, pero hay que reconocer que es precioso.
Oye, muy bien las fotos y muy detallado el post.
Ah, y no te preocupes, no me debes nada. Yo también anduve muy liado estos días, llevaba 2 semanas sin postear nada y casi sin visitaros a los demás. Si es que voy a tener que dejarlo todo y hacerme bloguero profesional porque si no... ;)
Un saludo Max.
muy bueno el post
una linda forma de "viajar" sin viajar
espero algun dia tener el tiempo y dinero para recorrer los lugares que recomiendas y otros mas
saludos
¡Hola, David!
Lo mismo nos pasaba a nosotros cuando nos hablaban de este lugar, pero... nos hemos desquitado, y bien. :D Aunque, como tú dices, no seas muy de campo, merece absolutamente la pena.
Y si alguna vez decides hacerte profesional, cuenta con nosotros, que te haremos la publicidad que te haga falta y "de gratis".
¡Un abrazo!
¡Hola, Beno!
Si te organizas bien, no te sale tan caro, así que no te lo pienses y anímate.
Nos alegra mucho que te haya gustado la entrada. Recibe un cordial saludo,
jajajaja, venía esperando encontrar un blog de cocina, llevada por la curiosidad, pero caray!!éste me ha encantado!!es que además de cocinar me encanta hacer rutas!así que me la apunto!tiene una pinta estupenda.
¡Hola, Martuki!
Pues me alegra mucho que te haya gustado la entrada, espero seguir viéndote por aquí.
Muchas gracias por tu visita y por tu comentario. Recibe un cordial saludo,
Como me he podido perder estos estupendos lugares que posteas.
Me encanta Max, por cierto las fotos son geniales. Tengo yo también en proyecto hacer un blog con una temática parecida relacionada con mi región, que la suelo patear con mi cámara.
Saluditos
¡Hola, Josete!
Pues te animo a que las hagas todas, de verdad que merecen la pena.
Me alegra que te gusten las fotos, son "Made in Max & su santa", me consta que me las están fusilando sin hacer la menor mención, pero bueno, como digo siempre, lo publicado es público.
¡Un abrazo, y adelante con el proyecto que ya tienes un cliente!
Irati, encantado lugar.
La primera vez que fuimos, nos recibió un bosque de otoño tardío, queriendo perder sus rojas hojas, que alfombraban ya el suelo.
Pero tuvimos la suerte de encontrarlo así mismo nevado.
La crómatica era entonces: rojo (y amarillo) en las copas, mezclado a ratos con verde. Grises eran los troncos, aunque el verde intenso del musgo acompañaba; y por ultimo, blanco el suelo, moteado de ocres de las hojas ya caidas.
Simplemente, brutal.
No words.
¡Hola, Ankagua!
Pues nevado debe ser también una hermosura...
Estoy totalmente de acuerdo contigo, no hay palabras para describirlo, particularmente, es uno de los parajes que más nos han impactado de los que conocemos.
Te agradecemos mucho tu visita y tu comentario. Recibe un cordial saludo,
Impresionante artículo por las fotos y el comentario, tomo nota para una futura visita que haré este verano. Entre esto y lo que he encontrado en Información de la Selva de Irati creo que tengo información suficiente para no perderme nada de la Selva de Irati. Un saludo
¡Hola, Adrián!
Me alegra mucho saber que el artículo te ha servido de ayuda.
Una cosa más: si tienes pensado ir en verano, lleva gorra, porque le debe pegar el sol de lo lindo (nosotros estuvimos en otoño).
Un saludo, y disfruta,
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